Liderazgo. Las diferencias entre un líder y un gestor

Hola a todos 🙂 y bienvenidos a un nuevo artículo del blog. Hoy vengo a hablaros de un tema más relacionado con el ámbito profesional, concretamente, del liderazgo. Vamos a hablar un poquito más sobre él.


¿Qué es el liderazgo?

Existen muchas definiciones de liderazgo, pero una que me gusta mucho es la que hace Daniel Goleman, quien define el liderazgo como la capacidad de motivar e inspirar a las personas para que den lo mejor de sí.

El líder es capaz de inspirar a las personas, empoderarlas y acompañarlas en un camino que les acerca hacia su crecimiento, tanto personal como profesional, y todo esto poniendo foco en sus fortalezas y sus necesidades emocionales. Un líder es capaz de motivar a las personas, de hacerles partícipes de una visión o propósito compartido y de aportarles la confianza para que sean conscientes de sus talentos y capacidades.


Diferencias entre líder y gestor

Es común comparar la figura de un gestor (o a veces se compara con un “jefe”) con la de un líder, y es que ciertamente no son lo mismo. Veamos aquí algunos puntos que los diferencian:

  • Un gestor suele ser una persona con cierta autoridad sobre un grupo (por ejemplo por un cargo empresarial), mientras que un líder no necesariamente ocupará una posición de poder.
  • Un gestor es especialista en planificar, organizar, dirigir o controlar y presupuestar, mientras que un líder es especialista en orientar, señalando una dirección que seguir, pero sin dirigir hacia un camino claro y concreto.
  • Un gestor suele poner mayor foco en la organización de las tareas del día a día, mientras que el líder suele ponerlo más en el medio/largo plazo, centrándose en una visión más general, en los retos futuros y los mejores caminos para alcanzarlos.
  • Un gestor está más enfocado en tareas, roles y procedimientos, mientras que un líder está más enfocado en las personas, sus necesidades y motivaciones.
  • Un gestor está más centrado en el desempeño de las personas de su equipo, mientras que el líder se centra más en su potencial, aquello que pueden conseguir o llegar a ser.
  • Un buen gestor no necesariamente debe ser un buen líder y viceversa

Estos son solamente algunos puntos que podemos tener en cuenta para diferenciar la figura del gestor y la figura del líder. Esto es una generalización ya que, por supuesto, una persona puede estar realizando un papel de gestor a la vez que uno de líder, sin embargo, también es posible que una persona que no sea gestor pueda erigirse como líder, por ejemplo, en el caso de una persona dentro de un proyecto que tenga una gran motivación y, con su manera de comportarse o de hablar inspire a otros compañeros a trabajar por un objetivo común. Con esto, podemos decir que un líder es también una persona capaz de movilizar a las personas por una causa.

No existe un perfil mejor o peor que el otro, ya que ambas figuras son necesarias. Es importante resolver los problemas que puedan surgir en los proyectos en el día a día, que es lo que hará la figura del gestor, encargándose de urgencias e imprevistos. Asimismo, también es importante alejarse un poco para ver las cosas con más perspectiva, mirando las cosas a nivel global y a más largo plazo, más centrado en el futuro y en el potencial, y eso es de lo que se encargará el líder. Por tanto, lo óptimo probablemente es disponer de estas dos figuras o papeles en la empresa.


Cuáles son las características del líder


La capacidad de liderazgo es un potencial o habilidad que podemos trabajar para mejorar día a día. Existen multitud de habilidades de liderazgo que podemos trabajar en nosotros mismos para mejorar como líderes, y estas habilidades son las que conocemos como soft-skills o habilidades blandas.

A continuación, definiré un listado de características que debe reunir un líder a la hora de acompañar o dirigir a las personas de un equipo:

  • Inteligencia emocional – La Inteligencia emocional es una capacidad básica para el líder, ya que con ella puede ser capaz de reconocer cómo se encuentran las personas de su equipo a nivel emocional, de autoregularse y de motivarles.
  • Autoconocimiento – El autoconocimiento dotará al líder de la capacidad de ser consciente de sus reacciones y emociones y de cómo estas pueden afectar a los demás, así como de sus fortalezas y debilidades y cómo usarlas a su favor. Además, tener este autoconocimiento de uno mismo facilitará que sea capaz de “leer” estas emociones, fortalezas y debilidades también en los demás.
  • Empatía – Es muy importante que el líder comprenda cómo se encuentran las personas de su equipo para poder tomar decisiones acorde a ello.
  • Confianza – El líder debe transmitir confianza a los demás para poder ganarse la suya, y esto ayudará a que se genere una buena relación en el equipo. A su vez, es muy importante que confíe en el equipo, en su potencial y en aquello que son capaces de lograr.
  • Honestidad – La base de la relación con el equipo será la honestidad, que unido con la confianza, le permitirá generar un buen ambiente en el equipo.
  • Respeto – El respeto hacia las personas de su equipo, sin importar su condición o ideologías, también será muy importante, ya que debería ser la base de todas las relaciones.
  • Inspiración – Como hemos dicho, el líder puede ser capaz de mover al equipo hacia una dirección concreta, pero para ello, primero debe ser capaz de inspirarles con su visión, sus ideas, discurso, etc…
  • Discreción – Un líder no debe solucionar problemas buscando culpables, sino entendiendo la problemática y, con calma y discreción, buscar cómo reorientar la situación. Lo importante para él es avanzar como equipo, y en el equipo estamos todos a bordo y nos apoyamos unos a otros.
  • Referente – El líder debe ser un referente, y por tanto, predicar con el ejemplo.
  • Humildad – También es muy importante que, junto con la honestidad, el líder reconozca sus errores, sin intentar esconderlos, ya que todos los cometemos y es gracias a ellos que podemos mejorar y crecer como profesionales.
  • Valoración – También es muy importante que valore, no sólo los resultados, sino también el esfuerzo de las personas del equipo, para poner en valor lo que hacen día a día y acompañarlas a que se sientan reconocidas y orgullosas por lo que hacen.
  • Opina sin imponer – El líder debe ser capaz de compartir su criterio o punto de vista sin imponerlo, para hacer reflexionar o aportar valor, incluso en ocasiones a través de las preguntas, para así acompañar al equipo a reflexionar y decidir por sí mismos.
  • Cercanía – Se muestra cercano y accesible al equipo, abierto a hablar y estar allí para lo que haga falta.
  • Acompaña en el desarrollo – El líder debe acompañar a otros en su camino de desarrollo, no resolviendo sus tareas, sino guiándoles en su camino a resolver aquellas problemáticas que se puedan encontrar, con preguntas o consejos que ayuden a la persona a crecer por si misma y con total autonomía.
  • Escucha – El líder tiene una escucha activa con el equipo, es capaz de escuchar y comprender lo que las personas del equipo necesitan, y esto le permitirá ayudarles mejor.
  • Comparte – Otra de sus características es que comparte con el equipo, comparte éxitos, información relevante, etc…
  • Se preocupa por el bienestar – Busca el bienestar del equipo a la vez que se ocupa de que los proyectos se desarrollen con éxito, sin que ello pase por encima de lo anterior.
  • Motiva – No sólo busca el bienestar y el desarrollo del equipo, sino que busca la motivación de las personas intentando que todo ello se alinee a los objetivos empresariales.

Con todo esto, podemos deducir que la figura del líder estará muy centrada en las personas del equipo, permitiendo que estas sientan una mayor relación de confianza con él, y sientan que se genera un buen clima laboral, en el que se sentirán más felices, más a gusto, con mayor motivación, y esto sin duda afectará a su productividad.


El gestor líder

Hoy en día, un concepto muy importante y demandado es el de gestor líder. Como sabemos, cada vez existen más empresas que apuestan por nuevos enfoques organizativos: más horizontales, sin jerarquías tan marcadas, basados en la inteligencia distribuída, como nos explica Management 3.0 (Jurgen Appelo) o en la autogestión, como nos explica el modelo Teal (Frederic Laloux).

Para responder a estos nuevos modelos organizativos, es muy importante el papel del liderazgo. Como bien nos dice Management 3.0, todos podemos ser líderes, pero hoy vengo a remarcar que, aquellas personas que antes sólo se dedicaban a la gestión, tienen ahora la oportunidad de potenciar su camino de crecimiento trabajando sus habilidades como líderes, poniendo así foco en su desarrollo personal y profesional, desarrollando sus soft-skills. Y cada día son más empresas las que se dedican a realizar formaciones en este ámbito para diferentes empresas.

El gestor líder puede aprovechar el poder de la Inteligencia emocional, el autoconocimiento y la Psicología positiva (fortalezas) para aportar valor a la organización, no sólo gestionando correctamente acciones y presupuestos para cumplir con los objetivos empresariales, sino también poniendo foco en los sentimientos, expectativas, motivaciones, intereses personales y fortalezas de las personas del equipo.

Recordemos, las empresas están compuestas por personas, y sin personas, no hay empresas. Las personas somos el potencial del futuro, y trabajar en cuidarlas, empoderarlas y creer en ellas es lo mejor que podemos hacer para prosperar en el futuro. Creemos empresas que cuiden a las personas, creemos empresas felices, y para ello, necesitamos primero personas felices 🙂

Un saludo y nos vemos en el próximo artículo!

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